Equipos De Refrigeración Y Cadena De Frío

Cuando se habla de equipos de refrigeración, se hace alusión a sistemas térmicos, los cuales toman el calor de un recinto y lo trasfieren hacía otra parte.  De esta forma, los equipos de refrigeración pueden también ser llamados cámaras frigoríficas o simplemente frigoríficos.

Estos aparatos no son nada nuevo, para la mayoría de las personas, ya que el sistema más común de éstos, está presente en cualquier hogar: la nevera. En el caso de la nevera, ésta cuenta con un sistema que funciona por compresión. No obstante, hay refrigeradores que también funcionan por absorción. Cualquiera sea el caso, una nevera extrae el calor de su interior y lo transfiere a su ambiente circundante.

Las personas o empresas, que necesiten acudir a equipos de refrigeración, deben saber que existen varias posibilidades. Consecuentemente, estos mecanismos de enfriamiento pueden ser clasificados, de acuerdo a características como temperatura, potencial, torrente de aire, tipo de instalación, etc.  Una manera de clasificar a los refrigeradores es por su modo de trabajar. Es así que se puede hablar de refrigeradores por agua y de refrigeradores por aire.

En los equipos de refrigeración por aire, la mayoría del calor es retirado por él. Esto se produce cuando éste entra en contacto con grandes superficies de alimento. Por otro lado, la trasferencia de calor está determinada por cualidades del alimento, como su espesor mínimo y su conductividad térmica. Finalmente, esos equipos serán más efectivos al contar con velocidades de aire superiores.

Por el lado de los equipos de refrigeración por agua, éstos retiran el calor debido a las cualidades de membrana, que posee el agua.  De esta manera, los alimentos a ser congelados pueden ser sometidos a aspersores o pueden ser sumergidos en grandes cantidades de agua.

Los equipos de refrigeración son de mucha importancia, ya que ayudan a la preservación de la cadena de frío. La cadena de frío se compone de varias fases, necesarias para almacenar y comercializar alimentos perecederos.  Para ello se requiere que el producto, en cada una de sus etapas, esté sometido a una temperatura fresca y controlada, con el fin de que no se deteriore.

De este modo, la cadena de frío puede dividirse en los siguientes pasos:
o    Congelación o refrigeración.
o    Almacenamiento  en el lugar de producción.
o    Trasporte.
o    Almacenamiento  en el sitio de mayoreo.
o    Trasporte.
o    Almacenamiento minorista.
o    Exhibición y venta.
o    Almacenamiento por parte del consumidor.
En cada uno de estos pasos, el frío es aplicado de forma constante y vigilada.

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